Abr, 2024.- El cruel e ilegal bloqueo económico, comercial y financiero de EE.UU. contra Cuba es un ejemplo excepcional de genocidio, desarrollado durante más de seis décadas, sin precedentes en la historia, de manera sistemática y sanguinaria contra el país.
Esta política ha afectado profundamente a la economía, la sociedad y la vida cotidiana de más de 11 millones de cubanos. El gobierno de Joseph Biden no ha logrado articular una política propia hacia la isla que cumpla las promesas electorales del Partido Demócrata en 2020.
En la práctica, la hostil política ha mantenido intactas medidas particularmente nocivas, como la posibilidad de tomar acción en los tribunales estadounidenses ante demandas presentadas al amparo del Título III de la Ley Helms-Burton; la permanencia de la mayor de las Antillas en la arbitraria Lista de Estados patrocinadores del terrorismo elaborada por el Departamento de Estado de los Estados Unidos la persecución de las transacciones financieras y comerciales del país; la imposibilidad de procesar visas de no inmigrantes en La Habana; la intimidación a las empresas que envían suministros de combustible a la isla, los intentos por frustrar la recuperación del sector turístico tras la pandemia de la COVID-19 y la campaña de descrédito contra los programas de cooperación médica cubana.
En entrevista el periodista Evelio Hernández Ramos aborda las afectaciones específicas que esta inhumana medida tiene en los sectores guaimareños, especialmente en la salud. Este análisis crítico es fundamental para comprender la magnitud de los daños causados por el bloqueo y la urgencia de poner fin a esta situación.
