Guáimaro, 26 feb.- La Revolución cubana, desde el 1ro de enero de 1959, ha reafirmado su sentido humanista y su capacidad para proteger las conquistas y consolidar transformaciones en todas las esferas de la vida.
En la nación se hace especial hincapié en las alternativas económicas que aseguran la vitalidad y el desarrollo del proceso socialista.
Las actuales circunstancias confirman cada vez más la necesidad de preservar las conductas correctas como componente fundamental de la política en la mayor de las Antillas.
Por estas y muchas otras razones los principales cuadros y dirigentes en el más oriental de los territorios camagüeyanos han suscrito el Código de Ética, comprometiéndose a salvaguardar los logros de la mayor obra humana de los humildes, por los humildes y para los humildes, como bien afirmó el inolvidable Comandante Fidel Castro Ruz.