Mar, 2024.- El protagonista de esta breve historia está plenamente consciente de las consecuencias devastadoras del bloqueo genocida impuesto por los Estados Unidos contra la mayor de las Antillas. Con atención escucha cada información compartida en el aula relacionada con las pérdidas millonarias que la hostil política estadounidense inflige a la educación cubana.
Leinier Román Suárez, un pionero responsable y altamente disciplinado, es un estudiante de octavo grado que agradece el esfuerzo y la dedicación de sus padres. Su amor inquebrantable hacia los niños y la patria es un sentimiento que se manifiesta claramente en su admiración por el inolvidable líder Fidel Castro Ruz.
El actor principal de esta historia, trazada con palabras, se declara un apasionado de la asignatura de Historia de Cuba. A través de ella profundiza en los hechos y acontecimientos que nos distinguen como pueblo y nación.
Sin embargo, le duele profundamente saber que, debido a las sanciones económicas impuestas por el gobierno de Washington a la isla, existe una prohibición de adquirir dispositivos portátiles, servidores y piezas de repuesto para computadoras. Estos elementos son esenciales en las escuelas y centros laborales a nivel nacional. Además, el cerco imperialista ha llevado a una reducción de recursos básicos como papel, lápiz, cartón, cartulina, tempera y óleo para las clases de Dibujo y Artes Plásticas. (Foto tomada de Facebook)