Bayamo, Granma, Cuba, 10 oct.- Cuando hoy se cumplen 156 años del inicio de las gestas independentistas de Cuba, la Catedral de la ciudad de Bayamo constituye centro importante, única del país con pinturas alegóricas a ese hecho histórico.
Por lo que tanto, la oriental provincia de Granma, donde se encuentra, como sus recodos, repletan los sentidos de muchos viajeros provenientes no solo de este archipiélago, sino de otras partes del mundo.
Interesante es la Catedral de Bayamo, la única cubana, con pinturas alegóricas a hechos patrióticos y escenario de las primeras ansias libertarias de la Isla en el siglo XIX, tal y como lo reseñan los guías.
La iglesia es símbolo en el cual coinciden historia, tradición y religiosidad, en cuyo entorno ocurrieron importantes hechos relacionados con el surgimiento de la nacionalidad cubana.
Precisamente, este templo fue destruido en varias ocasiones, unas veces por terremotos y la más significativa por el incendio el 12 de enero de 1869 de la ciudad de Bayamo, decisión de sus pobladores para evitar la ocupación por las tropas coloniales españolas.
Sin embargo, muchas figuras y espacios perduraron desde ese momento y la catedral del Santísimo Salvador de Bayamo-Manzanillo es uno de los sitios religiosos e históricos más importantes de la nación cubana.
Originalmente fue construida en 1513, en el mismo año de fundación de la villa, la segunda de las creadas por los españoles en Cuba, y el actual edificio está en el lugar donde se levantó en 1712, el cual desapareció en 1869 con el incendio, pero algunas partes quedaron en pie.
En 1919 se le adicionaron paredes y la estructura actual. Lo más interesante es que aún se conservan espacios como la capilla de La Dolorosa (altar barroco) y piezas tan importantes como la pila bautismal y dos Cristos, que escaparon al fuego.
Los mambises (sublevados contra el colonialismo español) guardaron algunas figuras en cuevas para protegerlas, hasta que terminó la guerra y las devolvieron al templo.
En el interior de la catedral se observan varios frescos religiosos y uno patriótico, pintados por el dominicano Luis Desangle, que abarca buen espacio, en el cual se representa la
bendición de la bandera cubana por el padre Diego José Batista y la interpretación por primera vez del Himno Nacional cubano.
Este hecho tuvo varias etapas significativas. El himno fue compuesto por Pedro (Perucho) Figueredo el 13 de agosto de 1867, y como instrumental se interpretó el 11 de junio de 1868 bajo la cobertura de una pieza religiosa.
Luego del inicio de la guerra el 10 de octubre de 1868 en el ingenio La Demajagua de Carlos Manuel de Céspedes (El Padre de la Patria cubana), las tropas insurgentes compuestas por unos 200 soldados, incluidos 53 esclavos, avanzaron hacia Bayamo.
En la mañana del 20 de enero del propio año, los insurgentes toman la ciudad y reúnen al pueblo a un costado de la catedral, donde se encuentra La Plaza del Himno, y piden a Perucho Figueredo componer la letra, pues ya conocían la melodía. Este la escribe –más larga de lo que es ahora- y todos la entonan.
Es por ello que esa fecha se considera el Día de la Cultura Cubana. El 8 de noviembre de 1868, luego del acto de bendición de la bandera, en el atrio del templo se interpreta completo por 12 bayamesas.