Mar, 2025.- Cuando hablamos de felicidad es imposible no destacar a la mujer cubana: apasionada, comprometida y una luchadora incansable en el sueño de construir un mundo mejor.
Firme en sus convicciones, libre y dueña de sus actos representa una fuente de inspiración constante para las generaciones revolucionarias que la siguen.
En Cuba la felicidad tiene rostro de mujer. Emancipada camina a la par del hombre y demuestra que para su espíritu nada es inalcanzable.
La contribución de la mujer al bienestar social abarca múltiples esferas. Con sus manos edifica muros de amor y sabiduría. Las mujeres cubanas de hoy son fieles intérpretes y continuadoras de las ideas del inolvidable Fidel, desempeñándose como amas de casa, profesionales, intelectuales, técnicas y obreras, todas ellas impulsoras de una verdadera revolución dentro de la Revolución.
En el amanecer campesino despierta sonrisas agradecidas con un cálido ¡buen día! o con una reconfortante taza de café que anima las largas jornadas de aquellos dedicados al surco, al ordeño y a garantizar el sustento necesario de la población.
Son pilares del fortalecimiento de las familias cubanas y, con su natural optimismo, irradian confianza en el futuro luminoso de la Patria.
Heroínas de su nación, esposas amorosas, madres excepcionales, abuelas sabias y dulces compañeras en cada instante de la vida. Felices, leales, ingeniosas y amistosas son el reflejo de la ¡FELICIDAD! (Foto Misiones diplomática de Cuba)