Washington, 26 mar.- La humanidad celebra hoy el Día Mundial del Clima, declarado en la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático en 1992 para generar conciencia sobre su importancia y la influencia del calentamiento global.
Las últimas décadas registran variaciones climáticas importantes debido al vertiginoso desarrollo industrial y el crecimiento poblacional, que generan consecuencias como el efecto invernadero, contaminación ambiental, sobreexplotación de los recursos naturales y daños a la capa de ozono, afectando los ciclos naturales de la Tierra.
El clima se define como el conjunto de condiciones meteorológicas y atmosféricas de una zona geográfica, durante un periodo de tiempo prolongado, con variables como viento, precipitaciones, humedad, presión atmosférica y temperatura.
Muchos factores influyen naturalmente en el clima como la acumulación de gases que atrapan calor en la atmósfera, los cambios en la intensidad del Sol, las erupciones volcánicas, entre otros.
Asimismo, el clima constituye un elemento de vital importancia en aquellas actividades desarrolladas por el hombre que requieran de condiciones ambientales específicas, como la agricultura, la caza y la pesca legal.
Desde 1977 cada año transcurrido es más caluroso que el promedio de temperatura de todo el siglo XX, motivado por las emisiones generadas por la quema de combustibles fósiles como el petróleo y el carbón.
La principal causa del calentamiento global obedece a la elevada concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera, mientras que los aerosoles pueden contribuir a atrapar calor o irradiar la energía solar de vuelta al espacio, dependiendo de su composición y color.
Una diversidad de amenazas naturales están vinculadas con las variaciones del clima, razón por la cual es pertinente la adopción de medidas por parte de gobiernos y naciones para su prevención, como la aprobación y aplicación de instrumentos legales protectores del medio ambiente.
Igualmente, invertir en tecnologías para capturar el C02; promover el uso de fuentes de energía alternativas como la eólica y la solar; racionalizar el empleo de productos químicos en la agricultura, gestionar de manera eficiente el uso del agua potable e invertir en sistemas de riego eficientes.
También, participar en acuerdos internacionales sobre medio ambiente y cumplimir los aspectos acordados; promover la educación ambiental y erradicar la práctica indiscriminada de la deforestación, tala y quema de bosques y áreas ambientales protegidas.