Camagüey, 4 abr.- Cada nuevo día en la vida es un reto para vivirla a plenitud, eso me lo enseñó ella, una pequeña que tiene tanta chispa y bondad como sueños por cumplir. Solo mirarla me hizo volver a la infancia, justo al tiempo en el que me sentía capaz de viajar en una estrella fugaz con rumbo al infinito, y es que para Lis Alma Delgado González, pionera de quinto grado en el Seminternado José Luis Tassende, mover las almas y tocar el corazón de quienes la rodean, fue el don que se le otorgó y que con la gracia de un sonrisa lo logra a la perfección.
“Me gusta hablar mucho, -sonríe-, y en casa me encanta conversar con mi familia, pues yo vivo con mi mamá, que es mi mejor amiga, y siempre hacemos un tiempo para charlar de nosotras, y bueno también le dedico tiempo a las tareas, a mis estudios y a pensar en lo que quiero ser cuando sea grande”.
Sin dudas, al hablar de su madre, el brillo de sus ojos revela la admiración que siente por ella, y a pesar de ser una niña, con cada palabra Lis me enseñó que hay que buscar eso que uno anhela en aquel sueño que te hace feliz.
“De adulta quisiera ser como mi mamá porque es una persona muy buena y amable, ella es doctora y cuando atiende a cada paciente, incluso cuando no tengan turno, los consulta con todo cariño y amor, tal como si se conocieran de toda la vida”.
Dice que quiere ser diseñadora, el poder creativo del dibujo y los colores la hacen probar ideas nuevas y la oportunidad de darle un rumbo nuevo a su entorno, y es que cuando digo que Lis tiene mucha alma, no solo me refiero a su segundo nombre, sino a la manera con la que sabe definir el porqué de sus respuestas.
“Si tuviera el poder de la felicidad me gustaría compartirlo con las personas, decirles que si ellos son felices, muchas personas también pueden conocer la felicidad, pues yo sé que si uno les dice frases motivadoras en esos momentos de tristeza, hará que se acerquen a la felicidad como su más sincero consuelo”.
Con la aspiración de quizás un día ser actriz, esta sonriente soñadora crea en su imaginación ese, su lugar perfecto, uno que rodeado de conchas, arena y mar remueva entre ola las letras de un tesoro de papel.
Antes de irme noté que habíamos conectado mucho, justo en ese momento me di cuenta que estaba frente a la estrella con la que un día quería viajar, realmente no pude dejar la emoción de lado ante su respuesta mientras me describía a la felicidad.
“La felicidad es una persona que nunca nos deja, esa que siempre está con nosotros. Creo que hasta en los momentos más tristes hay un porciento de alegría, y para mi esa persona, que aunque tenga muchos problemas, viene y te hace feliz, esa persona es la felicidad”.
Dice que jamás dejará de soñar, aun cuando deje la infancia de lado para adentrarse en un mundo lleno de responsabilidades, ese es su propósito, sonreír eternamente y transmitir la pureza de los pensamientos de su eterna alma de niña. (Texto y fotos: Alexis Peña Hernández/Estudiante de Periodismo)
