Jun, 2023.- El 25 de junio de 1925 abrió las puertas la primera Academia de Música de Guáimaro, dirigida por el maestro Agapito Moré Zaldívar.
En aquel espacio cedido por el Ayuntamiento, se reunieron 13 alumnos, uno de ellos fue el joven Manuel Fandiño Carmenate. Como estudiante en formación, integró la nómina de la Banda Municipal de Música fundada el 10 de abril de 1926. En ella tocaba el clarinete, destacó como el primero en este instrumento, también asumió la responsabilidad de director de la institución por algunos periodos.
El Ayuntamiento lo nombró en ´1932´ inspector de espectáculos del Término Municipal, función que simultaneó con la de músico y la atención gastronómica.
Manolo Fandiño Carmenate se casó con Rosa Domínguez. De esa unión nacieron dos hijas hembras, Sonia y Xiomara, su casa estaba ubicada en la calle Avenida de la Libertad, casi frente al Teatro Guáimaro que fungía como cine, allí creó la cafetería Fandiño, una de las más populares del pueblo por su ubicación estratégica en esos tiempos.
El protagonista de esta historia integró, además, la nómina de fundadores de la logia masónica Constitución de Guáimaro´ en 1940´, donde alcanzó el grado de Venerable Maestro. Seis años después, en ´1946´, creo un piquete de conga, antecedente para que posteriormente Benjamín Tamayo y Jaime Makay crearan la Conga La Victoria en ´1949´.
En ´1950´ Manolo Fandiño dio vida a su propia orquesta a la que bautizó como Los Invasores y de la que formaron parte José Borroto y los Morell: Benito, Ignacio, Cándido, Héctor y Rolando.
Este inolvidable equipo de músicos incluyó en su repertorio sones, danzones, chachachá. Cuentan que en tiempos de zafra se desdoblaba en una agrupación llamada Conjunto Alegre. De este grupo de formato menor se conserva una grabación realizada en la Sociedad La Luz en ´1959´.
En ´1969´ la Banda Municipal quedó prácticamente disuelta, razón por la cual Manolo Fandiño se dedicó a trabajar en el área del comercio. En´1989´ regresa a la Banda Municipal, y allí se mantuvo hasta su último aliento.
A Manolo Fandiño se le recuerda por su cafetería, por su entrega como masón, por su inseparable bicicleta Niágara, y por su labor en el cultivo de la música en Guáimaro.
