Mar, 2024.- Hoy, quiero ofrendar la felicitación más grande de este mundo a una guaimareña tan humana como su profesión.
En esta octava jornada del mes de marzo, Día Internacional de la Mujer, opto por dedicarle a ella las palabras más bonitas, vocablos que se presentan con el sello de gratitud por tantas vidas y tantos rostros bisoños que galopan alegres en este inmenso universo gracias a la entrega, dedicación y sabia infinita presente siempre en la doctora cubana, guaimareña e internacionalista protagonista de este, mi sencillo homenaje.
Me declaro afortunada de conocerle, y superfeliz de saber que siempre allí, en ese rincón apacible, ubicado al fondo del policlínico Victoria de Girón, la encuentras arropada por su sapiencia, su voluntad de hacer sonreír a las futuras mamás, aportarles confianza, y demostrar que una atención esmerada, unida al buen trato, se convierten por la fuerza del AMOR, en el más feliz de los alumbramientos.
Ella, la principal actriz de esta obra pletórica de pasión infinita, no pasa desapercibida por la cotidianidad de un poblado que conoce sus pasos. Elegante, cordial, auténtica, se ha ganado el don de ser querida y admirada por muchos.
En este viernes de celebración, para la ginecóloga más popular, aplausos miles, porque como siempre le digo: ¡Es usted la madre de todos los niños y niñas que ha traído al mundo! ¡La obstetra ilustre que toda embarazada busca, venera, reclama y reverencia!
Yudith Cuevas, la ginecología guaimareña y cubana, ¡te necesitan!
