Mayo, 2021.- Mientras avanzaba la segunda década del siglo XX, en la calle de la Concepción (hoy Benito Morell) esquina Avenida de la Libertad, cerrando el paseo de esa avenida, se levantó un establecimiento comercial nombrado El Baratillo.
Su propietario inicial fue Manolo López Fernández, justo en ese espacio se reunían una bodega, panadería y una tienda de ropas y tejidos.
El dueño original cedió mediante arrendamiento una parte a Amancio Raigada, que justo en el local destinado a las indumentarias instaló el bazar promocionado con el slogan: El palacio de las telas anchas y los precios estrechos.
Amancio Raigada se casó con una maestra camagüeyana que vino a impartir clases en la Escuela Pública No 1 Salvador Cisneros Betancourt, en Guáimaro. Alicia Santelices ofrendaba su sapiencia y conocimiento a los alumnos del quinto grado.
Cuenta la historia que luego de Amancio Raigada levantar fortuna en Guáimaro adquirió la tienda la Gran Antilla en el entorno de la Plaza Maceo de Camagüey.
La otra parte del edificio original quedó en las manos de la familia Sedeño que echaron a andar allí la panadería La Palma y una bodega para víveres.
En las postrimerías de la década de los años 60 se derribó la construcción antigua para levantar un edificio de corte racionalista de dos niveles con el objetivo de que, en la planta baja se estableciera una bodega de pre despacho y en el segundo piso un comercio de ropas, tejidos y la llamada Tienda de los Novios, donde las parejas que se iban a casar tenían derecho a comprar determinados artículos para emprender la vida conyugal.
Finalmente en la planta baja se mantiene la bodega pero no con el sentido inicial, se montó una panadería y también un comedor comunitario; la segunda planta después de una restauración es sede de la Universidad de Ciencias Médicas y de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC) del municipio, además, ha servido como centro de aislamiento para pacientes sospechosos de dengue.
