Producción de piña en Ciego de Ávila.

Con resultados alentadores programa de diversificación de la piña

La aspiración de los avileños de regresar al trono a la reina de las frutas, parece encontrar un camino certero, cobijado por la ciencia y la innovación, como se aprecia en los resultados del Proyecto de Diversificación de Variedades de Piña, que culmina en junio próximo.

Exnier González Suárez, director general de la Empresa Agroindustrial Ceballos, explicó a la prensa que tras cuatro años de trabajo se pudo evaluar el ciclo completo de las variedades estudiadas, entre las que sobresale la Pérola, de origen brasileño. De ella existen ya 20 hectáreas en campo, que deben multiplicarse por cinco el año próximo.

Resaltó que el programa constituye un logro de la integración entre el Centro de Bioplantas de la Universidad de Ciego de Ávila Máximo Gómez Báez, y la empresa, pues sin esta cooperación no tendrían el material necesario (plántulas), aunque contaran con el financiamiento.

Gracias a ese proyecto territorial, aprobado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), se pudieron estudiar, además de las variedades MD2 y Española, los híbridos brasileños Pérola y Shampaka F-153, los cuales muestran resistencia a las condiciones adversas y adaptabilidad a las necesidades y escasez de recursos, que hacen muy factible su cultivo en las condiciones actuales del país.

González Suárez explicó que paralelamente avanza la recuperación de las plantaciones de MD2, pero lentamente, debido al alto paquete tecnológico que demanda, ya que requiere un programa de multiplicación paralelo para poder crecer en áreas.

Hoy, subrayó, está en fase de aprobación un nuevo proyecto con la Agencia Francesa de Desarrollo, con un financiamiento de 4 millones 986 000 pesos, de ellos 2.5 millones destinados a la adquisición de sistemas de riego, un millón 700 000 a maquinarias y otro porcentaje para importación de hijos de MD2, que permitirá su multiplicación mediante la biotecnología y propagación de campo.

El objetivo final de esta cooperación es llegar en el cuarto año del proyecto a las 800 hectáreas de piña, de las cuales el 20 por ciento será de MD2, con fines de exportación, en aras de sustentar, a partir de los ingresos que se generen, el programa del resto de las variedades.

Los mayores crecimientos se prevén para la Pérola, por su rusticidad y rendimiento, que puede llegar a las 40 toneladas por hectárea, y nivel de multiplicación, que facilita el crecimiento en áreas. Sobresale también por tener más cantidad de jugo, menos acidez, menor tiempo de cultivo y una mayor masa en comparación con otras como la Española Roja.

A decir del directivo, apostar solo por una variedad como la MD2, que requería atenciones tecnológicas avanzadas, fue un error que llevó casi a la desaparición de la fruta, de ahí que la diversificación de los cultivares, con el apoyo del Centro de Bioplantas, sea el camino para la recuperación sostenida del símbolo agrícola de la provincia.

El cultivo de la piña llegó a Ciego de Ávila en la década de 1930 y ya para 1946 el territorio de la actual provincia era el mayor productor de la fruta en el país, pero el pico histórico de cosecha ocurrió en 1991, cuando la producción superó las 30 200 toneladas.

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