Mar, 2024.- Es 14 de marzo y el bondadoso calendario nos anuncia un nuevo día. El trinar de los gorriones aporta musicalidad al amanecer. Una celebración se dibuja en el almanaque para ratificarnos que la prensa cubana, sencilla y de pueblo, se esfuerza por llevar al público receptor la información precisa.
En esta jornada de jolgorio, reconocimientos y homenajes, rememoramos las lecciones aprendidas y analizamos los errores cometidos, reflexionamos sobre nuevas maneras de hacer y cómo fortalecer el periodismo en tiempos tan difíciles y convulsos, no solo para Cuba, también, para el resto del mundo.
Desde la inmensidad de su obra José Martí renace y nos convoca a ser mejores profesionales. Con el efecto de la pluma ponderamos, enaltecemos, aconsejamos, recomendamos, profundizamos y salvaguardamos las proezas y empeños de los hombres prestos a construir por y para el porvenir de la nación.
El maestro, el más universal de los cubanos, revive para animarnos a no claudicar, a seguir por los caminos del bien, senderos que conducen al mejoramiento humano y espiritual. Nos invita a ese inmenso universo pletórico de patriotismo y amor por la Patria, la misma que él definió con la grandeza de su pensamiento:
“Patria es humanidad, es aquella porción de la humanidad que vemos más de cerca y en la que nos tocó nacer; y ni se ha de permitir que con el engaño del santo nombre se defienda a monarquías inútiles, religiones ventrudas o políticas descaradas y hambronas.
“Ni porque a estos pecados se dé a menudo el nombre de patria, ha de negarse el hombre a cumplir su deber de humanidad, en la porción de ella que tiene más cerca“.
Para los periodistas cubanos la felicitación es merecida, por mantenerse en pie, apegados a la verdad. Para los guaimareños, el incentivo es no dejar morir nunca el mágico don de combinar realismo y sueño. (Foto tomada de Facebook)