Mar, 225.- El agua, como recurso esencial de la naturaleza y componente fundamental de los ecosistemas, es vital para la preservación y el desarrollo de la vida en el planeta. Su importancia radica en que sostiene los procesos biológicos que hacen posible la existencia de los seres vivos.
¿Alguna vez te has detenido a reflexionar sobre cuántas veces al día utilizas el agua? Ya sea cuando te duchas, riegas tus plantas, utilizas la lavadora o el lavavajillas, o simplemente tomas un vaso para calmar tu sed, estos ejemplos evidencian cómo el agua forma parte integral de la rutina diaria.
De acuerdo con datos proporcionados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en ´2015´, el 71 % de la población mundial tenía acceso a un suministro de agua potable gestionado de manera segura, lo que implica que estaba disponible en el lugar de uso, libre de contaminación y accesible cuando se necesitaba. Sin embargo, 844 millones de personas seguían careciendo de servicios básicos de agua potable. El agua contaminada, por desgracia, es un vehículo para la transmisión de enfermedades como la diarrea y el cólera.
Cada año se registran más de 502 mil muertes relacionadas con la diarrea, ocasionada principalmente por el consumo de agua contaminada, además, se prevé que para el año ´2150´ más de la mitad de la población mundial vivirá en zonas donde la escasez de agua será una realidad constante. Estos datos son alarmantes y deben llevarnos a reflexionar sobre las prácticas.
Aunque a veces nos parezca inagotable, el agua es un recurso limitado y no todos los seres humanos tienen acceso libre a ella para satisfacer necesidades básicas como beber, cocinar o asearse, ni para actividades como el riego de cultivos o el cuidado del ganado. Por eso, es imprescindible que tomemos conciencia de su valor y promovamos su ahorro. ¡Cada gota cuenta! (Foto Prensa Latina)
