Camagüey, 7 jun.- Camagüey, que acogió por primera vez el Festival Nacional de la Radio en 1985, lo recibe por quinta ocasión. Esta noche, la Plaza del Carmen será escenario de la gala de premiaciones, a partir de las 8:30 p.m. El jurado del concurso evaluó cerca de 700 obras, entregará galardones en 58 categorías, 10 Grandes Premios y reconocimientos a destacadas individualidades del medio.
El evento volvió a ser un espacio de diálogo vivo, donde se cruzan la memoria y la invención, lo local y lo global, las certezas del oficio y las preguntas del porvenir. En esta edición, marcada por las tensiones y posibilidades del avance tecnológico, emergieron con fuerza los criterios y experiencias que configuran hoy el rostro cambiante del medio radial.
Frente a un entorno mediático cada vez más digitalizado, donde la inteligencia artificial irrumpe como herramienta y como dilema, la radio cubana no evade el debate: lo asume con pensamiento crítico, desde su vocación de servicio público y su compromiso con la identidad cultural.
Las voces que confluyeron en el festival dejaron claro que el reto no es solo técnico, sino profundamente humano y político: ¿cómo hacer una radio que integre las nuevas tecnologías sin perder su sensibilidad, su cercanía, su capacidad de contar lo propio? ¿Qué saberes necesitamos renovar y qué valores defender en esta transición?
IDENTIDAD Y VERDAD
El festival abrió espacio a uno de los debates más cruciales: el impacto de la inteligencia artificial en un medio profundamente humano. Esa misma preocupación por la identidad y la verdad recorrió los paneles sobre comunicación política y comunidad. Zenaida Costales (Radio Rebelde) reafirmó el papel de la radio como puente entre lo mediático, lo popular y lo político: “Ya no somos dueños de la noticia, pero sí de los relatos”. Midiala Fuentes denunció las formas de guerra simbólica que enfrenta Cuba desde redes sociales.
El diálogo se ancló también en la experiencia territorial. Moisés Jiménez (Radio Playitas, Guantánamo) compartió proyectos hechos en la montaña, sin internet pero con fuerte participación social. Maybel Matos (Sancti Spíritus) reveló cómo un programa radial puede formar a jóvenes universitarios y hacerlos sentirse parte. Desde el sur, Desirée Díaz Peña (Colombia) y Roberto Castro (Argentina) insistieron en la radio como resistencia, comunidad y memoria. La IA no reemplaza el alma de la radio, pero hay que usarla con crítica, coincidieron.
EL ABUR, EL HASTA PRONTO
El festival reunió a más de 200 participantes en representación de las cien emisoras del país y de experiencias comunitarias latinoamericanas. Con emoción y gratitud, la directora general de la Radio Cubana, Yuzaima Cardona Villena, agradece a artistas, periodistas, realizadores, Premios Nacionales e invitados, por priorizar su presencia para compartir saberes y horizontes. Fue clara: el objetivo es aplicar lo aprendido de inmediato, para seguir conquistando audiencias y reinventando, desde nuestras raíces, el futuro de la radio.
