Jun, 2025.- Hay amores que no necesitan aplausos ni reflectores, porque su grandeza se revela en el silencio de los días, en la constancia de una presencia que nunca falla. Así es la pasión de los padres: firme como un roble que da sombra en medio del calor, paciente como el río que esculpe la roca con ternura inquebrantable.
Ser padre es entregar sin medida, es ofrendarlo todo, incluso cuando no hay palabras de agradecimiento, es velar en la noche sin que nadie lo note, es sonreír aún con el alma cansada. Es el arte de idolatrar sin condiciones, sin hacer ruido, pero siempre presto a dejar huellas profundas e imborrables en quienes miran con los ojos del corazón.
Los padres son la raíz que nos ancla y el impulso que nos lanza. En su abrazo se entiende que el mundo puede ser cruel, pero nunca definitivo. En su mirada se aprende que la ternura no se mide por lo que se dice, sino por lo que se hace día tras día, año tras año.
¡Gracias, papá, por declararte guardián del tiempo, por atesorar el don de sembrar valores en la tierra fértil del alma!
Este tercer domingo de junio, Día de los Padres en Cuba, ten presente que: aunque a veces no sepamos expresarlo, aunque la vida nos arrastre en su prisa, cada gesto tuyo es un acto sagrado que merece memoria y gratitud eternas.
Si hay un eco que nunca muere, es el de tu amor: incondicional, paciente, silencioso… infinito. (Foto cortesía de la Dr. C. Meilys Cruz Fernández)