Sin transcurrir aún un año desde las elecciones generales de Estados Unidos y con apenas siete meses de la toma de posesión de Donald Trump, ya hay miradas hoy en 2028.
Es como si Estados Unidos viviese de ciclo en ciclo electoral, en una campaña permanente, de ahí que Trump se refiriera en algún momento a su segundo, el vicepresidente JD Vance, como el próximo boleto del Partido Republicano y continuador del movimiento trumpista MAGA (Make America Great Again/Hagamos a Estados Unidos Grande otra vez).
Aunque han existido señales confusas de Trump acerca de un tercer mandato, algo que está prohibido por la Constitución, la cual limita a solo dos los periodos presidenciales en Estados Unidos.
Para los demócratas, que salieron muy mal parados en noviembre de 2024, la misión de reorganizar sus fuerzas y encontrar un líder del partido es una tarea difícil.
La exvicepresidenta Kamala Harris, quien perdió frente a Trump, anunció que no correría por la gobernación de California en 2026 lo que dejó a no pocos con la interrogante de cuál será su futuro político, ¿volverá a postularse? De hacerlo, sería la tercera ocasión en que Harris intentaría llegar a la presidencia de Estados Unidos. En 2020, abandonó la contienda cuando al final el candidato demócrata resultó Joe Biden.
Eso le valió un importante crédito a la también exfiscal general de California y exsenadora federal: se convirtió en la primera mujer en llegar a la vicepresidencia, siendo además la primera con raíces afroamericana y asiática.
Pero los reflectores apuntan con alguna frecuencia hacia nombres como el gobernador de Maryland, Wes Moore, y en especial hacia su homólogo de California, Gavin Newsom, de quien se especulaba desde 2023 si se estaba preparando para ser presidente. Ese año, Newsom hizo un viaje de una semana a China con el objetivo de dejar las puertas abiertas al país asiático, sin importar quién fuese el ganador de las elecciones que se avecinaban entonces, pero muchos consideraron que todo no era más que una precampaña, de cara a los comicios de 2028.
Su figura está tomando mayor connotación tras los enfrentamientos a Trump por el despliegue de tropas de la Guardia Nacional e infantes de Marina en Los Ángeles a raíz de las redadas migratorias del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) a inicios de junio y ahora en la batalla por los mapas electorales.
El gobernador impulsó la iniciativa para contrarrestar a Texas, que finalmente aprobó una redistribución de los distritos del Congreso que favorecerían con al menos cinco escaños adicionales a los republicanos en la Cámara de Representantes de Estados Unidos en las elecciones intermedias de 2026.
Newsom plantó cara con los demócratas de California y también avalaron un nuevo mapa electoral que irá a una votación especial el venidero 4 de noviembre. El proyecto del llamado Estado Dorado les daría a los demócratas cinco butacas.
Pero ahora el senador Rubén Gallego (Arizona) está visitando varios estados con votación anticipada y estados clave para convencer a los electores sobre cómo debería reestructurarse el Partido Demócrata, lo que comienza a alimentar rumores acerca de una eventual candidatura para las elecciones de 2028.
Gallego, cuya victoria en el Senado el año pasado se consideró un inusual punto positivo para los demócratas, estuvo recientemente en Nuevo Hampshire y Iowa. A pesar de haber minimizado la posibilidad de presentarse al próximo ciclo presidencial, sus recorridos solo avivan especulaciones sobre el senador, que se encuentra en su primer mandato.
El actual senador vio crecer su figura en el escenario político después de derrotar a Kari Lake, apoyada por Trump, en una reñida contienda para suceder a la exsenadora Kyrsten Sinema.
Gallego, de 45 años, nacido en Chicago, de madre colombiana y padre mexicano, antes ocupó un puesto en la Cámara de Representantes del área de Phoenix durante una década, pero estuvo entre los pocos candidatos demócratas al Senado -recordó el diario The Hill- que ganaron sus contiendas en estados clave, pese a que Harris no logró los resultados esperados en ninguno de ellos.
Si bien miembros del partido lo ven como una estrella en ascenso, realmente enfrenta la difícil tarea de hacerse un perfil nacional a la sombra de otras figuras como el propio Newsom.
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Tomado de Prensa Latina