Oct, 2024.- El Camilo Cienfuegos que vive en mí es una chispa de valentía y esperanza que nunca se apaga. Es el espíritu indomable que me impulsa a enfrentar las adversidades con una sonrisa, recordándome que la lucha por un mundo mejor nunca es en vano. En mi corazón, Camilo es el reflejo de un hombre íntegro, cuya bondad y determinación resuenan a través del tiempo.
Cada vez que veo una injusticia, el Camilo en mí se levanta, alzando su voz por los que no pueden hacerlo. En cada acto de solidaridad y en cada gesto de amor hacia mi comunidad, siento su presencia, guiándome con su ejemplo de entrega y sacrificio. Es en los pequeños momentos, cuando extendemos la mano al necesitado o defendemos los principios, donde el espíritu de Camilo brilla con más fuerza.
Su legado es una constante inspiración para seguir adelante, para no rendirnos jamás, por más difícil que sea el camino. El Camilo Cienfuegos que vive en mí es una llama eterna de lucha y amor por la justicia, que ilumina mi vida y la de todos aquellos que creen en un futuro más justo y humano.
En el Aniversario 65 de su desaparición física están más perpetuas que nunca, sus aventuras y proezas, su potente voz y su eterno amor por Cuba.
