Holguín está entre las nueve provincia del país en las cuales se ha confirmado, hasta ahora, la presencia del virus de Oropouche, lo cual lleva a extremar el sistema de vigilancia epidemiológica y, por consiguiente, a intensificar las medidas contra su agente trasmisor, los mosquitos del género Culex y dípteros del género culicidae (Jejen culicoide).
Hecho que complejiza la situación del territorio, donde se reporta un incremento de la tasa de incidencia de casos sospechosos de dengue en las últimas semanas, por el nivel de infestación alcanzado por el mosquito Aedes aegypti.
Ante esta problemática se impone acudir al médico ante síndromes febriles inespecíficos, dolor de cabeza, musculares y en articulaciones y otros síntomas, como vómitos y diarreas.
En el caso del cuadro clínico suele estar precedido por un período de incubación de entre cinco a siete días, con algunos de los síntomas antes señalados, para los cuales no hay un tratamiento determinado, pero sí acciones que llevan a aliviarlos, por lo cual es necesario acudir al médico para el diagnóstico oportuno, porque también está presente el dengue, que sí puede llevar al paciente a estados graves de la enfermedad.
Recordar que estamos ya en verano y en esta etapa son frecuentes las lluvias, lo cual favorece la proliferación de estos vectores, cuyo ciclo de reproducción se acorta y hay más lugares donde el mosquito hembra puede realizar la puesta de sus huevos, de ahí que es mayor la población de estos trasmisores de enfermedades.
También es oportuno señalar que existen cuatro serotipos de virus del dengue, por lo que padecer uno de ellos le deja inmunidad para ese, pero incrementa el riesgo si se infecta con otro, porque lleva a formas graves o mortales.
El dengue es una enfermedad febril que suele acompañarse de otros signos: dolores articulares, musculares, de cabeza y en los ojos, pero además puede haber algún tipo de sangrado.
Es recomendable en esta etapa protegerse bajo mosquitero, así evitamos que el mosquito pique al enfermo y después a las personas sanas, que puede ser otro miembro de la familia o el vecino.
Es importante señalar que después de pasar la fiebre la persona piensa que está mejor; sin embargo, es cuando pueden aparecer los signos de alarma como son: dolores abdominales intensos, sudoración, vómitos que no se controlan; desfallecimiento y sangrados. Este es, precisamente, el período cuando pueden bajar las plaquetas y subir el hematocrito.
Acudir al médico oportunamente es esencial, pues aunque las formas graves no son muy frecuentes, llegar a tiempo al sistema de salud sí salva vida.
Pero lo más importante es prever desde los hogares con el autofocal y demás medidas, siempre a sabiendas que este mosquito es hogareño, por lo cual somos nosotros mismos quienes les damos cobija en los depósitos destapados y los alimentamos de nuestra sangre. Si no hay mosquitos Aedes no hay trasmisión de dengue y si no hay Culex tampoco habrá Fiebre de Oropouche. Cuidémonos por nuestra salud y la de los demás.