Nov, 2024.- El Día Internacional para Prevenir la Explotación del Medio Ambiente en la Guerra y los Conflictos Armados, proclamado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), nos recuerda que la paz no es solo la ausencia de hostilidades, sino también el respeto y la protección al planeta que anidamos.
La historia muestra cómo los combates armados dejan cicatrices profundas en la naturaleza. Bosques devastados, ríos contaminados y suelos infértiles son testigos silenciosos del impacto demoledor que las agresiones tienen sobre el ecosistema. En medio del caos y la destrucción, el entorno sufre en silencio, pero su voz resuena en cada árbol caído, río que se seca y animal que pierde su hábitat.
Reflexionar sobre la relación entre las contiendas bélicas y el ecosistema invita a adoptar una visión más amplia y compasiva. Proteger el medio es un acto de conservación y avenencia.
Se pueden dar pasos seguros hacia un futuro donde la armonía prevalezca sobre la destrucción, cuando contemos, por solo citar dos ejemplos, con florestas resguardadas y afluentes limpios.
Este 6 de noviembre de 2024, jornada global para la Prevención de la Explotación del Medio Ambiente en la Guerra y los Conflictos Armados, renovemos el compromiso de ser guardianes de la tierra, de la simpatía y la sostenibilidad.
La paz y la protección del medio ambiente están entrelazadas. Al salvaguardar la naturaleza sembramos las semillas de la concordia. Que esta fecha sea una oportunidad para reflexionar, actuar y promover un universo donde la guerra no tenga cabida y la biosfera florezca en su máxima expresión.
¡Que las acciones diarias reflejen la responsabilidad de cuidar el mundo que compartimos! (Foto tomada de X.com)