May, 2025.- ¡Se vale recordar!, así reza una expresión muy popular en la isla antillana. Transcurridas algunas horas del desfile por el 1ro de Mayo, vuelve a mi mente la mañana del jueves.
Minutos antes de comenzar la marcha proletaria me convertí en testigo de un diálogo inesperado, los protagonistas, un grupo de alumnos de la escuela secundaria básica Manuel de Jesús Valdés Urra, centro educacional perteneciente al más oriental de los territorios camagüeyanos.
Entre historias y sonrisas, nervios y conocimientos, el nombre del guerrillero heroico Ernesto Che Guevara brilló como un faro de luz. Las anécdotas del gigante rebelde, de espíritu aventurero e inquebrantable determinación, resonaban en los corazones de la nueva generación, orgullosa de saberle una figura imprescindible en todas las épocas. En la mesa pletórica de pancartas y banderas destacaba la foto, cuyo autor jamás pensó que trascendería fronteras al punto de transformarse en una efigie inmortal.
Como escribió la periodista Idania Trujillo en la revista Bohemia el 1ro de junio de 2001, un incansable cazador de imágenes estremeció al mundo al presionar el obturador de su cámara y capturar la representación del Che, transformada con el tiempo en un símbolo de lucha y esperanza.
Pensé en Alberto Díaz Gutiérrez, más conocido Korda: el campechano y jovial maestro de la fotografía, el hombre apasionado por la Revolución, quien nunca olvidó el poder de un camarógrafo para preservar hechos memorables. Imaginé su talento presto a despertar del silencio que lo envuelve desde hace años, de esa quietud que lo fecunda, de esa despedida permanente. Su paciencia le permitió demostrar, en innumerables ocasiones dentro y fuera de la nación, que la perfección humana existe, arraigada en una fotografía imperecedera capaz de mantener latente al combatiente que observa, reflexiona sobre la existencia y elige el momento oportuno para reafirmar su orgullo por el deber cumplido.
La escena se vio interrumpida por el llamado de la profesora, el grupo de estudiantes se sumó al bloque de los educadores decididos a caminar por Guáimaro, Cuba, y su gente. Salieron con la adarga al brazo, listos a emprender un nuevo recorrido por la avenidad central de una urbe que dijo presente, como siempre lo hizo el Che, a la convocatoria de la patria. (Foto Trabajadores)