El trópico, aunque da indicios de querer despertar, sigue dormido. Nos encontramos transitando el “pico de la temporada”. Según la climatología de huracanes, entre la segunda quincena de agosto y la primera quincena de octubre se desarrolla la mayor cantidad de ciclones tropicales en la cuenca del Atlántico Norte, dentro de la temporada de huracanes que abarca desde el 1ro. de junio hasta el 30 de noviembre.
Este período activo alcanza su momento cumbre en septiembre, cuando ocurre el pico de la temporada, aproximadamente en la primera quincena del mes. Las elevadas temperaturas de las aguas superficiales del océano, el debilitamiento del anticiclón subtropical, el alto contenido de humedad y la disminución de los vientos fuertes en la troposfera superior crean las condiciones ideales para la “explosión” ciclónica.
Hay un dato curioso: a pesar de que se forman más ciclones que en octubre, la frecuencia de afectación a nuestro país es menor en comparación con ese décimo mes del año. A pesar de que la temporada ha sido tranquila hasta ahora, no podemos confiarnos; septiembre constituye el segundo mes más peligroso para Cuba, solo superado por octubre.
Hoy, 3 de septiembre, observamos que hay tres áreas bajo monitoreo por parte del Centro Nacional de Huracanes. Todas son ondas tropicales activas que tienen alguna probabilidad de convertirse en ciclones tropicales en los próximos días. Al momento de redactar esta nota, no existen ciclones formados en el Atlántico Norte, el mar Caribe ni el Golfo de México, ni se espera desarrollo alguno en las próximas 48 horas. Tampoco se prevé que Cuba sea afectada por un ciclón tropical en este tiempo, a pesar de lo que algunos alarmistas y “meteorólogos por cuenta propia” han (des)informado en redes sociales.
Tomada de CubadebateClimatología de la actividad ciclónica en el Atlántico
La onda tropical que actualmente transita por el mar Caribe y se localiza aproximadamente en los 71° de longitud oeste, al sur de La Española, no representa un peligro inminente para nuestro país. Tiene muy bajas probabilidades de convertirse en un ciclón tropical en las próximas 48 horas. Las condiciones ambientales serán más propicias para su desarrollo una vez que se encuentre en el Caribe occidental o en el Golfo de México. Las otras dos ondas se encuentran lejos de Cuba, en el océano Atlántico, y también presentan bajas probabilidades de desarrollo en las próximas 48 horas.
El Atlántico no ha tenido formaciones de ciclones tropicales con nombre desde el 12 de agosto, cuando se formó la tormenta tropical Ernesto. La ausencia de ciclones tropicales formados entre el 13 de agosto y el 3 de septiembre no se registraba desde 1968, y se espera que este período de “sequía ciclónica” se extienda por más días.
No obstante, a pesar del letargo en el que se encuentra el trópico, la vigilancia por parte del servicio meteorológico se mantiene activa, siempre listos para informar oportunamente a la población y a las autoridades.
Irma, José y Katia en el Atlántico tropical