Washington, 26 may.- Millones de personas en Estados Unidos aprovechan una fecha como hoy, Día de los Caídos (Memorial Day), un feriado federal que, pese a su carácter luctuoso, sirve de momento para el reencuentro familiar.
Más de 45 millones de personas se estiman que viajaron al menos 80 kilómetros de sus hogares desde el 22 de mayo hasta este lunes, lo que supondría un récord no alcanzado desde hace dos décadas, dijo la American Automobile Association (AAA).
El Memorial Day se observa anualmente en Estados Unidos el último lunes de mayo -decretado por el Congreso en 1971-, cuando se honra a quienes fallecieron en servicio en las Fuerzas Armadas de este país.
Durante la jornada una de las tradiciones más importantes tiene lugar en el Cementerio Nacional de Arlington, en Virginia, donde el presidente da un discurso conmemorativo y coloca ofrendas florales.
En esta capital se realiza un tradicional desfile y hay oportunidades para visitar monumentos y museos, así como para participar en eventos locales y comunitarios.
Además, la bandera se coloca a media asta, desde el amanecer hasta el mediodía y a las 15:00 horas los estadounidenses hacen un minuto de silencio, de acuerdo con lo establecido en el año 2000 por el Congreso luego de aprobar la Ley del Recuerdo Nacional (“The National Remembrance Act”).
Pero en materia de viajes, desde el jueves las carreteras interestatales, los aeropuertos y los sistemas de transporte público del país comenzaron a experimentar una demanda sin precedentes con motivo del fin de semana del Memorial Day.
Aproximadamente el 87 por ciento de los traslados se calcula que serían por carretera (unos 39 millones de personas utilizarán automóviles). Un incentivo para el uso de los vehículos automotores es la baja del precio del combustible, que, según medios locales, promedió 3.20 dólares por galón en comparación con los 3.61 en igual fecha del pasado año.
En este 2025, los pronósticos señalan una caída del turismo internacional en contraste con el auge doméstico y ello se debe -a juicio de expertos- a la retórica de la administración del gobierno federal, así como las medidas arancelarias de Trump y las detenciones en la frontera, que han tenido un efecto disuasivo sobre los viajeros extranjeros.