Yuliet Pérez Calaña —en Facebook Yuliet PC o La Yuli de Cuba— es una periodista de la Isla de la Juventud que combina a la perfección su trabajo como reportera especializada en temas deportivos, con una vis cómica, picardía y creatividad en sus publicaciones en redes sociales, que le han ganado una comunidad muy activa. De ahí tomamos esta deliciosa crónica, publicada en julio de 2022
Hoy fui a encargar un cake. Enseguida la muchacha me preguntó con forma de qué lo quería y eso me sorprendió un poco porque —aunque sé que la repostería anda a niveles insospechados—, no pensé que esa moda ya había llegado a La Fe (Isla de la Juventud).
Después de meditar unos segundos, le dije que lo quería con forma de...cake.
Me miró decepcionada y puso en mis manos unos catálogos, mientras me decía: "Cuando veas estas bellezas vas a cambiar de opinión". Allí vi cakes simulando fichas de dominó, botellas de ron, pelotas de béisbol, motorinas...
—Verdaderas obras de arte, pero hágame el mío con forma de cake, por favor, le dije.
No se rindió y me trajo más catálogos.
—También tenemos temáticas “calientes”, ripostó con cara picarona y me enseñó las fotos de cakes con formas fálicas.
Y yo: "Ñiooooo volaos, pero hágame el mío que parezca un cake..., sabe, así con los mojoncitos de merengue, que no se entienda casi la felicitación, más alto de un lao que del otro..., hágase la idea que le estoy pidiendo algo retro".
Me torció los ojos y me preguntó nombre y dirección para anotar mi pedido en una lista, a la que le eché una ojeada rápida. Se podía leer lo siguiente:
-Mónica (libreta de abastecimiento),
-Asdrúbal (pasaporte),
-Yamilé (lavadora Aurika),
-Renael (caja de condones).
Así que no quise ser la única apática del barrio y le dije:
—Bueno..., está bien, hágame el mío en forma de sartén.
A aquella mujer le volvió el alma al cuerpo. Entonces me dispuse a darle los detalles del diseño.
—Un sartén bien tiznao y con grasa adentro, pero requemá..., que se vea que se ha usado varias veces.
Y a la condená, mientras más detalles le pedía, más le brillaban los ojos.
—Y unas croquetas friéndose dentro, que sean Prodal y que exploten..., o sea, que se vean las partículas de grasa así, suspendidas en el aire, antes de quemarte la cara.
Llegado este punto me replicó: "Eso de las partículas suspendidas no sé cómo lograrlo…".
Y yo, con cara de triunfo:
—Eso le pasa por tentar a mi creatividad. El último que se atrevió a tanto murió asfixiado cuando salté sobre él, desde arriba del clóset, con mi tanga de leopardo…, y detrás de mí venía el clóset.
