Las Tunas.- Tras más de 40 años de servicio la jubilación de la actividad quirúrgica no dejó al doctor Ernesto Cervantes Peña en la tranquilidad de su hogar, el llamado al reinicio del ejercicio asistencial lo llevó a recorrer nuevamente los cubículos del Servicio de Cirugía para ante los riesgos más altos volver a cubrir su rostro, sostener el bisturí y salvar una vida lo compensa todo en un quirófano del Hospital Provincial Doctor Ernesto Guevara.
Graduado en 1980 en la Universidad de Ciencias Médicas Mariana Grajales Coello, de la provincia de Holguín, el especialista en Segundo Grado de Cirugía General Ernesto Cervantes Peña fue el primer investigador agregado del servicio en el territorio.
«Vinimos por necesidad de trabajo del Servicio aquí y comencé hacer consultas de medicina en el policlínico Gustavo Aldereguía Lima y luego me seleccionaron para una colaboración médica cubana en la frontera de Etiopía y Kenya donde permanecí por dos años. Al regreso me incorporé al Guevara», confesaba minutos antes de un encuentro con educandos y galenos en la mayor institución de salud de Las Tunas.
Al concluir su estancia en la República de Etiopía regresa a Cuba y comienza como residente en el Servicio alrededor de 1980, así continuó su superación y se convirtió en especialista de primer y segundo grado posteriormente.
El doctor Cervantes, como cariñosamente le llaman, tuvo además la oportunidad de consolidar sus conocimientos en cinco misiones médicas, en tanto su permanencia durante cuatro años en Mozambique le permitió consolidar aprendizajes y fomentar destrezas y habilidades.
«Tuve que hacer todo tipo de cirugías, estuve en el hospital provincial que estaba enclavado en la vía pública principal de San Vicente y a una hora de Mapuche, ahí realicé todo tipo de intervenciones con diversidad casuística.
«Los médicos cubanos en una misión nos sorprendemos con lo que somos capaces de hacer porque nos preparamos como parte de la actividad de postgrado, recibimos cursos de emergencias médicas extraordinarias, realizamos maestrías y eso nos ayuda mucho para desarrollarnos en otros espacios».
El Servicio de Cirugía General potencia la actividad investigativa y la solución a muchos casos de emergencia desde el punto de vista científico, comenta este incansable investigador, para quien la actividad quirúrgica es algo muy especial.
«El cirujano tiene muchas características positivas, es capaz de hacer el diagnóstico del paciente que llega grave, lo diagnóstica, resuelve la emergencia y constata los resultados de manera inmediata.
«Somos cirujanos generales y logramos cosas que pertenecen a otras especialidades porque tenemos la posibilidad única del sistema de las Ciencia Médicas cubana, la verticalización en los servicios, oportunidad que en otros países no es esa la realidad. Los cirujanos generales somos capaces de hacer casos de Ginecología, Ortopedia, todo lo que sea».
En su criterio la familia ocupa un gran espacio dentro de su corazón, es lo primero que sustenta la labor de un profesional de la Salud, el apoyo incondicional desde el inicio de la carrera, el tránsito para la especialidad, las misiones y en el quehacer diario. Su mejor legado es entregar cada uno de sus conocimientos a su hijo, una experiencia que le asoma las emociones ante el recuerdo de los más fuertes momentos de enseñanza-aprendizaje en años atrás.
«Para mi es una suerte tener un hijo estudioso y preparado, terminó la carrera en Camagüey y se hizo Cirujano, es especialista en primer grado y en Medicina General Integral. Ernesto, porque lleva mi nombre, desde muy joven era capaz de venir a mi guardia aquí para hacerla conmigo, creo que he sido su mejor profesor como lo refiere él mismo, y yo soy su mayor ejemplo como profesor.
«La cirugía es todo, me he sentido extremadamente orgulloso siempre de mis compañeros pero tengo dos momentos importantes de mi vida uno cuando me hicieron un acto de despedida por mi jubilación y reconocieron mi trayectoria y el otro cuando me llamaron para la reincorporación a la actividad quirúrgica.
«Me sentí la persona más agraciada porque la cirugía es mi mundo y es lo único que yo sé hacer, es parte de mi vida, aprender y enseñar de todos los que trabajan conmigo», concluye en su diálogo mientras los estudiantes saludan con total respeto a este profesional que da la bienvenida con ese carácter noble que lo distingue en esta especialidad sin ensayos en su quehacer diario, colmada de destrezas.