Dic, 2024.- La locución es un arte en el amplio sentido de la palabra y aunque no está reconocido como tal, exige de quién lo toma como oficio no solo la voz, también su inteligencia, sagacidad, buena dicción, empeño, amor y sobretodo pasión.
La comunicación y empatía que se crea entre locutor y oyente es una conexión difícil de fracturar y se logra en el día a día, en la necesidad de conocer, de estar informados, de hacer suya la música para a través de ella darle cauce a los sentimientos, cualesquiera que sean.
Es de los oficios más hermosos y lo viví, lo disfruté cuando la Covid-19, quedé prendada, con deseos de continuar, un sueño para realizar en el futuro.
Radio Guáimaro ha sido fuente virtuosa de los profesionales de la palabra ,Nievito fundador de la emisora, que creó una gran familia de radialistas ,no solo Amaury, Leidys, Daniela, Nile que son locutores, también una familia de corazón que aún siguen su legado.
La querida Aurora, esa voz tan familiar que surca el éter, Medardo, que para felicidad de los guaimareños se reincorporó y hoy nos acompaña, Omara con aquella dulzura que convierte las noches en eternas cómplices del amor.
Muchos han pasado y dejado su huella, otros están hoy dando lo mejor, pero no podemos olvidarnos de quienes tomaron otros rumbos sin olvidarse de su esencia, de lo que aprendieron en la radio guaimareña, de lo que representa para ellos.
A los periodistas, que no son locutores de profesión pero sí ponen su voz en cada trabajo que ofrecen a la radio audiencia.
¡Felicidades a todos los locutores cubanos y en especial a los de la emisora comunitaria Radio Guáimaro!