Guáimaro, 5 may.- Ser fieles seguidores del legado de Ignacio Agramonte y su ética es el principal compromiso de los miembros de la Unión Nacional de Juristas de Cuba en el municipio más oriental del territorio camagüeyano.
El abogado Michel Alejando Salgado Concepción, explicó que para los juristas es vital afianzar el rol encomendado en defensa de la Patria e incentivar la lucha contra conductas de corrupción y aportar con ahínco a la consolidación de la democracia, cualidad vital para el gremio.
El Mayor, como otros precursores de la rebeldía mambí, procedía de cuna adinerada y en ella se forjó, pero gracias a su cultura integral pudo conocer sobre las ideas más avanzadas de la época, casi todas enmarcadas en la Europa del siglo XIX.
Diversos son los calificativos para honrar su conducta patriótica y ética. Lo llamaron Paladín de la vergüenza, Hombre de hierro, Coloso genio militar, héroe, mártir, ídolo de los camagüeyanos, y José Martí lo inmortalizó como un Diamante con alma de beso.
El apellido Agramonte significa orgullo para los habitantes de esta demarcación cubana y posee el enigmático misterio de su accionar hecho espíritu e inspiración para las diferentes generaciones.