Jul, 2024.- El jardín de Migdalia, mi vecina, es un bálsamo para la vista. En su pequeño rincón, como ella lo llama, los helechos sobreviven con tenacidad, belleza y elegancia. No se concibe un hogar, atrio o corredor sin la presencia de estas hermosas plantas.
Al conversar con esta guaimareña me sumergí en su pasión por este espacio lleno de magia, perfume y color. En él encuentras no solo helechos, también, rosas, margaritas y violetas, así como una variedad de especies necesarias para el equilibrio ecológico.
Entre todas sus plantas destaca el Platycerium, conocido popularmente como Cuerno de Alce, considerado el monarca de su reino y un maestro del reciclaje, ya que se regenera a sí mismo.
La forma en que Migdalia se comunica con sus plantas, en el lenguaje del amor, es sorprendente. Escucha atentamente sus necesidades y cuida de ellas con dedicación.
Mi experiencia junto a esta apasionada a la jardinería me reafirma que la flora, especialmente los helechos, embellecen y enriquecen la vida. Nunca ofenden ni traicionan, lo que los convierte en las mejores compañías del mundo. (Foto Archivo)