Dic, 2024.- En el corazón de Cuba, la memoria de los caídos en misiones internacionalistas late con fuerza y honor. Estos hombres y mujeres, que dieron su vida lejos de la patria que les vio nacer, son recordados como héroes defensores de su tierra y, también, de los ideales de justicia y solidaridad en otros rincones del mundo.
Sus nombres e historias se conservan con reverencia en el Museo Municipal de Guáimaro, como testimonio de un sacrificio que trasciende fronteras.
Desde los primeros años de la Revolución, la mayor de las Antillas adoptó una política de apoyo a los movimientos de liberación internacional. Miles de cubanos respondieron a esta convocatoria, embarcándose en misiones en África, Asia y América Latina. Estos llevaban armas, estrategias, esperanza y un firme compromiso con la igualdad y la independencia. En la honrosa lista de intrépidos soldados se encuentran los valientes guaimareños cuyos nombres hoy resonamos con orgullo.
Vitrinas y paredes cuentan las leyendas de estos titanes locales. Rostros jóvenes, llenos de determinación y coraje, miran desde fotografías en blanco y negro, sus miradas impregnadas de la misión que abrazaron.
Este 7 de diciembre de 2024, en el aniversario XXXV del arribo a la Patria de los restos de más de 2000 combatientes caídos en misiones internacionalistas en África, conocida como Operación Tributo, los hijos del poblado protagonista de la firma de la Primera Constitución de la República de Cuba en Armas, ratifican su eterno compromiso, reflejo del espíritu solidario que caracteriza al pueblo cubano. En el más oriental de los territorios camagüeyanos, su impronta pervive en los registros históricos y en la conciencia colectiva.