Caminar sobre la pasarela del Paisaje Natural Protegido (PNP) Rincón de Guanabo, en medio del silencio y la quietud de las aguas de la laguna, interrumpida tal vez por un batir de alas o un aleteo, es sentirse dentro de un documental sobre medio ambiente. Sin embargo, no siempre ha estado así. Quienes lo conocen, saben que tiempo atrás la imagen era otra. “Hace unos dos años estaba deplorable, con elevado nivel de deterioro, no estaba nada protegida”, comentó Jorge Deyvis Viera, especialista del área.
Bajo una nueva administración, el PNP Rincón de Guanabo ha avanzado hacia su objeto social: la protección, conservación y mantenimiento de los recursos naturales, el fortalecimiento de servicios medioambientales y desarrollo del turismo sostenible.

El área protegida, declarada en 2012, zona de regulaciones especiales, en 2015, y subordinada al Centro Provincial de Patrimonio en 2022, tiene entre sus misiones mantener los ecosistemas en las condiciones necesarias para la continuación de los procesos naturales, preservar o recuperar creativamente el entorno natural, mejorar las condiciones ambientales y propiciar la protección y mejoramiento de sus valores naturales o histórico-culturales, salvaguardar la diversidad genética de las especies, asegurar la preservación y aprovechamiento de la biodiversidad del territorio, particularmente, aquellas endémicas, raras o en alguna categoría de riesgo y realizar acciones de educación ambiental.
De acuerdo con Amarilys Martínez Pérez, directora del Pnp, con 584 hectáreas, de ellas, 509 marinas y 75 terrestres, cuenta con áreas de conservación como los arrecifes de coral, el bosque de manglar, la laguna de agua salobre y la playa arenosa. “Somos una de las zonas priorizadas en el país y colabora con muchas de las acciones del Plan de Estado para el enfrentamiento al cambio climático-Tarea Vida”, señaló.
VALORES
Entre los valores del paisaje protegido -destaca Viera-, la laguna precostera y el bosque de mangles asociado que alberga diferentes especies de la fauna, como reptiles, varios grupos de vertebrados e invertebradas.
“Otro es la nidificación de aves y que sirve de centro de acogida de especies migratorias, residentes y en tránsito, que llegan, se alimentan y siguen su vuelo al sur, pues estamos dentro de uno de los corredores de migración” de la avifauna.
Dentro de los crustáceos, están representadas diferentes especies de cangrejos, entre ellas, el "ucides cordatus", algunos en estado vulnerable; reptiles, de ellos 50 por ciento autóctonos; y el otro, endémicos, incluido el majá de Santa María y la iguana cubana, con bajas poblaciones.
En la parte marina, aseguró Viera, están los pastos, vinculados con proyectos de investigación, cosméticas y medicinales, y la mayor barrera coralina del norte occidental de Cuba, con más de tres kilómetros y 40 metros de ancho, conocida por los lugareños como La Retinga. Allí se reportan dos corales en categoría de amenaza (Tarro de arce y Tarrito de venado).
“Una de las especies que casi perdemos fue el mangle rojo, pero pudimos colectar los propágulos (semillas) y los fuimos sembrando para ir repoblando”, destacó.
PROYECTOS INYECTAN VIDA
De acuerdo con la directora del área, en la actualidad tienen aprobados siete proyectos, cuatro financiados por el Fondo Nacional Forestal; dos internacionales, uno apoyado por el Fondo Mundial del Medio Ambiente (Gef) y otro, por el de Pequeñas Donaciones del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.
“El séptimo, Restauración de sistemas litorales del Pnp Rincón de Guanabo, será financiado por el Fondo Nacional de Medio Ambiente”, detalló.
Los dos proyectos internacionales trabajan con un recurso natural, la "Thalassia testudinum", una especie de planta angiosperma marina que presenta flores, raíces y frutos y tiene numerosas propiedades antioxidantes. “En estos momentos se están haciendo numerosos estudios para establecer una metodología para llegar a una formulación con destino a la salud humana, específicamente, en cáncer de mama, pulmón y piel, que pueda contribuir a minimizar los daños”, señaló.
La iniciativa de restauración de sistemas litorales se enfoca en recuperar la laguna, restableciendo el régimen hídrico, hoy obstruido, de manera que el manglar pueda reproducirse y mantener la vitalidad, al ser uno de los ecosistemas más importantes como barrera ante fenómenos meteorológicos.
Entre los proyectos, uno facilita la protección de los ecosistemas y contar con un equipo de guardaparques, vital y básico en las áreas protegidas; mientras otro trabaja en la restauración del bosque, degradado, mediante la limpieza, erradicación de especies exóticas invasoras que lo están afectando, y un último proyecto de monitoreo de la flora y la fauna silvestres para actualizar las listas, densidad y salud.
A su vez, dijo, dan pasos hacia la explotación turística, con la reparación de la instalación y la pasarela, con
la mirada puesta en los senderos y el ecoturismo, buceo y snorkeling guiados, como establece el área, y respetando las capacidad de carga de personas dentro del paisaje, para desarrollar un turismo sostenible, que no dañe los recursos existente.
