Jun, 2024.- El artista que hoy me inspira ha sabido, durante años, otorgar a su época y tiempo el justo lugar que merecen. Cada obra nacida de su innegable talento pone al descubierto su papel de poeta impetuoso, laborioso y con una memoria afilada.
Virtuoso inquieto de la literatura guaimareña representa, para muchos lectores y colegas, un maestro en su oficio: arte mágico, encantador y sublime al que dedica segundos, minutos, horas, amaneceres, atardeceres, noches y madrugadas. Su empeño radica fundamentalmente en las ansias de crear y no olvidar, en la perseverancia de no dejar sepultar la herencia cultural que nos define como pueblo.
Sin pretensiones grandiosas asume retos y compromisos. Su dedicación como profesor de Literatura, especialista literario de la Casa de Cultura Luz Palomares García y director de la Casa del Escritor, perteneciente al más oriental de los territorios camagüeyanos, le permite seguir implementando su fórmula imaginativa e ingeniosa, delimitada por su arduo quehacer artístico y el repaso de obras con un evidente sello popular.
Reconocido en la tierra guaimareña como uno de los autores cimeros de la región, su mérito radica en el amor al poblado protagonista de la firma de la Primera Constitución de la República de Cuba en Armas. Guáimaro ocupa el centro de su corazón, y Diusmel Machado Estrada, en cualquier circunstancia, corrobora su apego e identidad con esta localidad, la nación cubana y su gente.
Poseedor de una coherencia envidiable, no puedo dejar de mencionar su progresión precisa y diáfana, así como sus altas cuotas de espontaneidad e intimidad presentes siempre en cada diálogo establecido al calor de una amistad entrañable.
Activo y presto a enseñar y participar en concursos y eventos, Diusmel manifiesta que aún le quedan muchas cosas por hacer. Premios, lauros y distinciones embellecen su currículo personal, enriquecido, además, por los colores de una vida envuelta en versos transformados en poesía. Sus libros son testigos fieles de su imaginario auto de fe, y una vez que comenzamos a leerlos, no podemos sustraernos al magnífico lenguaje que utiliza. (Foto tomada de Facebook)