Ene, 2025.- Ella es la trabajadora que dedica su esfuerzo y pensamientos a los demás, ganándose el título de reina. Es la más humana de todas. A sus 66 años luce joven, gracias a su entrega y humildad, cualidades que la adornan de hermosura. Es voz de unidad, compromiso, solidaridad, dignidad y decoro, ejemplo de patriotismo, altruismo, libertad e independencia.
Resplandece con cualquier traje, aunque su favorito es el uniforme verde olivo. Aprecia los ajiacos culturales y las influencias positivas de los pueblos. Con orgullo proclama que tiene tanto de congo como de carabalí, siendo reconocida y aplaudida en todos los escenarios.
Su nombre comienza con la R de rebeldía y termina con la N de nación. No escatima esfuerzos para ofrecer su mano amiga, brindar educación y salud gratuitas sin distinción de razas y credos, disemina alegría y confianza, siempre el 1ro de enero, día de su cumpleaños, convoca a creer en la invencible máxima de que un mundo mejor es posible.
Gracias a sus progenitores germina colmada de sueños. Ha crecido sin parar hasta ser distinguida como la más grande entre muchas que, como ella, se aferran a no desaparecer de este difícil e inmenso universo. Su existencia está llena de cientos, miles de virtudes, y aunque no se considera perfecta, se acerca a lo infalible. Posee la magia y el don de hechizar a hermanos de otras naciones. Hoy en día, gana adeptos, y benditos sean aquellos que actúan y piensan con la fuerza de su corazón.
Es única, es la hembra más poderosa y valiente, ejemplo latente de resiliencia. Aquí te la presento, ella es: ¡La Revolución cubana!
