Jun, 2025.- En Guáimaro, las calles se convierten en escenario y los aplausos nacen del alma. La embajada callejera vuelve a florecer, como semilla que nunca dejó de latir, tejiendo complicidades con el corazón del barrio. No es solo arte: es conversación entre aceras, es abrazo entre generaciones, es memoria que canta, baila y sueña sin pedir permiso.
Publicado por Desiderio Borroto en Jueves, 8 de mayo de 2025
Cada entrega es un acto de fe en la belleza compartida, en el detalle que transforma lo cotidiano en poema. La gente no solo observa: vibra con cada gesto, reconoce en cada expresión un reflejo propio, una promesa colectiva. Porque aquí el arte no se aísla, se siembra en lo común, se riega con alegría y se cosecha con orgullo.
La embajada callejera es eso: un pacto tácito de esperanza, una bandera invisible que ondea al ritmo de tambores, versos y miradas. Es la certeza de que la cultura no está en vitrinas, sino en la piel del barrio que nunca deja de soñar. (Foto tomada de Facebook)