Abr, 2024.- El lunes 12 de abril de 1869, después de elegido y confirmado como presidente de la República de Cuba en Armas por la Cámara de Representantes, Carlos Manuel de Céspedes, Padre de la Patria, fue investido públicamente con el alto rango en la plaza pública de Guáimaro, espacio cívico fundacional nombrado hoy Parque Constitución, emblemático sitio considerado el más importante del poblado.
Aquel día, en medio de una multitud de patriotas y pueblo, juró Céspedes como Presidente de la República, suceso que le confiere una connotación histórica a esa área citadina, donde, además, la insigne patriota camagüeyana Ana Betancourt de Mora levantó su voz para exigir los derechos de la mujer cubana.
Durante un mes, después de aquel día memorable en que Cuba proclamó a su primer presidente, Carlos Manuel ejerció sus funciones ejecutivas en Guáimaro, la república había surgido del impulso de los patriotas libertadores, librepensadores y en su mayoría masones, excepto el patriota y poeta Miguel Jerónimo Gutiérrez, este último se hizo masón en esos días fundadores donde funcionó temporalmente la Logia Independencia con Céspedes como venerable maestro de la misma.
En esas jornadas en que Céspedes cumplía su encargo sagrado de presidir la República Cubana, conoció a Ana de Quesada y Loynaz, que se convertiría en su esposa y madre de sus últimos hijos.
Vale destacar en esta página histórica que: En Guáimaro, Carlos Manuel de Céspedes, encontró, también, el aliento del amor. (Foto Universidad Central Marta Abreu de Las Villas).
