Jul, 2024.- Y no termina la historia, Josefina Acosta la dignifica. Su andar incansable, su pupila alerta y su inigualable entusiasmo han estado siempre en el instante preciso en que esta mujer deja entrever lo mejor de su alma en una sonrisa y en el simple gesto de extender su mano como preludio del amor y la esperanza.
Sentada junto a ella en la sala de su casa, muchas preguntas vinieron a mi mente. La fortaleza de su palabra me permitió reafirmar que esta abuelita guaimareña es símbolo de los más altos valores alcanzados por la mujer cubana. De ella emana un encanto especial y es que la actriz principal de esta humana obra se declara satisfecha de sus años vividos. A la Revolución y al inolvidable Comandante Fidel le agradece todo.
Conozca más de la protagonista de esta página en la siguiente propuesta periodística de la reportera Niurka Rivero Navarro. (Foto tomada de Internet)