Guáimaro, 2 ago.- La bancarización en el más oriental de los territorios camagüeyanos, al igual que en otras partes de Cuba, ha generado una mezcla de opiniones y sentimientos entre la población. La implementación de la Resolución 111/2023 por el Banco Central de Cuba (BCC) busca frenar el retroceso de los niveles de este proceso y reducir la liquidez monetaria fuera del sistema bancario.
Aunque se considera un paso necesario para modernizar la economía y reducir costos asociados con el manejo de dinero físico, muchos ciudadanos expresan incertidumbre y preocupación sobre cómo afectará sus economías domésticas, ya debilitadas por la inflación, además, el sector privado emergente, también, ha mostrado inquietudes sobre las repercusiones directas en su funcionamiento.
¿Qué dificultades inciden actualmente en su desarrollo? Esta interrogante encuentra respuesta en la falta de conocimiento sobre cómo utilizar los servicios financieros, el poco acceso a la tecnología en las zonas rurales, la escasa presencia de sucursales y la no existencia de cajeros automáticos en Guáimaro.
Más detalles relacionados con la temática en la siguiente sugerencia periodística de la reportera Yamilé Ricardo Velázquez. (Foto tomada de la Revista Bohemia)
