Nov, 2024.- En las invernales jornadas de noviembre, los guaimareñoevocan con profundo agradecimiento al líder histórico e inolvidable, Fidel Castro Ruz. Su figura, inquebrantable y visionaria, se ha convertido en símbolo de lucha y resistencia, y su legado pervive sempiternamente imborrable en el corazón del pueblo.
Desde su juventud, el soldado de las ideas mostró un espíritu indomable y una pasión ferviente por la justicia social. La Revolución cubana, liderada por él, transformó la historia de la isla y encendió la esperanza de los oprimidos en América Latina y el mundo. Fidel supo ser un estratega militar y un guía dotado de una visión clara y un inquebrantable compromiso con Cuba, su historia y su gente.
Los agradecidos te acompañan, esta expresión resuena con fuerza en cada rincón de la mayor de las Antillas y encapsula la profunda gratitud que los hijos de la patria de Félix Varela y José Martí sienten por el adalid protagonista de incontables hazañas.
Reconocido como el visionario cubano más valiente del siglo XX, promovió reformas que beneficiaron a los más necesitados, y fomentó una identidad nacional basada en la solidaridad, la dignidad y el orgullo. Cada escuela, hospital y proyecto comunitario es testimonio vivo de su dedicación al bienestar de los humildes y para los humildes.
A través de sus discursos, transmitía ideas políticas y un amor insondable por su la tierra que le vio nacer en Birán, Oriente, el 13 de agosto de 1926. Este 25 de noviembre de 2024, a ocho años de su paso trascendental hacia la inmortalidad, su impronta centellea en cada rincón de la isla.
Presente en las manifestaciones culturales, viegente en los actos de resistencia, en la sonrisa de los niños que reciben educación y salud gratuita, Fidel vuelve una y otra vrez con la adarga al brazo orgulloso de saber que en el alma de cada cubano late un sentimiento de gratitud eterna por su liderazgo y pasión absoluta a la patria que lo despidió con un ¡Hasta siempre, Comandante!
