Dic, 2024.- Una tarde noche genial, la del 23 de diciembre de 2024, de esas que se reciben como bonito regalo en el último mes del año. Toda una fiesta de música, poesía, proyectos y sueños. En el acogedor salón premió la hermandad y el ingenio de un grupo de hacedores de la cultura que, con la pluma en ristre y la guitarra como su mejor compañía, hicieron vibrar emociones.
En el oportuno instante prevalecieron la risa, los cuentos y las improvisaciones. Cantos y voces unidas despertaron el optimismo y convocaron a olvidar los tiempos difíciles que nos aquejan.
Los presentes no dudaron en ratificar el significado del vocablo Cuba, y dignificar una vez más el valor de la palabra Patria.
De las teclas del piano palpitó la aptitud del guaimareño José Antonio Viamontes, radicado hace algunos años en Cartagena, España. Apasionado por su terruño cuna de la Primera Constitución cubana compartió saberes y demostró, una vez más, que la amistad es ese tesoro que se resguarda en una cajita de cristal pletórica de anécdotas, leyendas inolvidables, y amor, extraordinario sentimiento escrito en letra mayúscula cuando se atesora el don de dibujar a través del arte lo maravilloso de existir.
Viamontes, como cariñosamente se le conoce en su pueblo natal, no desaprovechó la oportunidad de desandar con sus manos el armónico camino de las cuerdas de la guitarra. De ella brotó su talento de músico experimentado, la ternura infinita por su familia, en especial por su esposa Raíza y su hija Elenita. Voz y corazón caminaron juntas en una pasarela de cariño donde centelló la dulzura de Odalys Leyva, presta a recibir en su Rincón de la Décima a los que bajo ningún concepto dejan morir la magia y el hechizo de las manifestaciones artísticas.
Peña artístico literaria en la Casa Cultural de Guáimaro, un encuentro de amigos, acompañados de música y poesía.
Publicado por Odalys Leyva Rosabal en Lunes, 23 de diciembre de 2024
Cada invitado hizo de las suyas, generaciones de trovadores y defensores de la literatura, aportaron su granito de arena en un espacio fabuloso, donde prevaleció la máxima del español Andrés Segovia: “La guitarra es una pequeña orquesta. Cada cuerda es un color diferente, una voz diferente”, y se corroboró la grandeza del hermoso anónimo: “Los recuerdos son una forma de aferrarte a las cosas que amas, las cosas que eres, las cosas que no quieres perder”.
Gracias al instructor de arte Randol Machado por su enorme profesionalidad, aplausos miles para el intelectual Desiderio Borroto por sus propuestas atinadas, bendiciones para el escritor Diusmel Machado por su sapiencia, vítores para los músicos, muy en especial para José Iriarte, Ricardo Félix Huerta, y el profe Bartolo. Felicitaciones a la dueña de un recinto donde se respira maestría, respeto, confraternidad y simpatía por el prójimo. En Odalys Leyva, multipremiada poetisa, encuentras ese ser humano excepcional, decidido a complacer a los amantes de las buenas obras con su atención esmerada y su educación infinita.
Agradecimientos miles para Gisell Pompa, por bailar con ritmo y declamar con mesura, ovación para Omelio Herrera, autor de ingeniosos cuentos, y la mayor de las congratulaciones para José Antonio Viamontes, gestor de la idea enaltecida por el reencuentro entre amigos, esos que cargan en su mochila de quimeras lo expuesto por el político y abogado indio Mahatma Gandhi: La felicidad aparece cuando lo que piensas, lo que dices y lo que haces están en armonía. (Fotos cortesía de la poetisa Odalys Leyva Rosabal)
CASA CULTURAL DE GUÁIMARO Cuando de diversión se trata:
Publicado por Odalys Leyva Rosabal en Martes, 24 de diciembre de 2024