Guáimaro, 4 jun.- En el más oriental de los territorios camagüeyanos, la atención a la infancia es una prioridad, razón que convoca a implementar diversas iniciativas para garantizar que niñas y niños ocupen el lugar que merecen en la sociedad.
Desde las vías no institucionales hasta la educación superior, la formación de valores se traduce en esfuerzo conjunto entre instituciones, organizaciones de masas, la familia y los grupos comunitarios.
Guáimaro se ocupa y preocupa por el Programa Materno-Infantil (PAMI).
La educación para la salud se desarrolla en los consultorios del médico y la enfermera de la familia, al prestar especial atención tanto a las embarazadas como al cuidado y protección de los sectores más longevos de la población.
Los círculos infantiles, por su parte, garantizan una formación integral y activa mediante propuestas docentes y extraescolares que contribuyen al fortalecimiento armónico que requiere la nación cubana desde las primeras edades.
El derecho al juego, la educación, la salud y la participación en eventos deportivos son logros de la obra revolucionaria, impulsada desde el 1ro de enero de 1959, tal como lo expresara Fidel en sus discursos.
En las escuelas primarias de la región se trabaja con los estudiantes que presentan discapacidades y dificultades de aprendizaje, empeño traducido en la máxima de integrarlos a un plan bien estructurado pletórico de acciones educativas que lo preparan e inspiran a creer y confiar en un mañana mejor.
Vale resaltar que, la UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) reconoce a Cuba como uno de los países con mayores avances en la protección de la infancia y la juventud. (Foto Portal Cuba)