Abril de ´1869´, en la Plaza Pública de Guáimaro y ante una multitud de pueblo, se realizó la investidura de Carlos Manuel de Céspedes como el primer presidente de la República de Cuba.
Hace 156 años en la Patria profunda se consumaban los ideales de libertad y democracia del pueblo cubano que, desde hacía seis meses, se había declarado en beligerancia contra el colonialismo español, la guerra era acompañaba de una rebelión cívica que hizo ir a la manigua a todas las familias en las que latían aquellos ideales y convicciones.
La Asamblea Constituyente del 10 de abril y la República que brotó de ella fueron la mayor conjunción de los ideales de la nación. Carlos Manuel de Céspedes, el primer ciudadano de la República, asumió con honor la responsabilidad y a ella dedicó todas sus fuerzas y, como dijo Martí, “el ímpetu”.
Guáimaro tuvo el honor de ser el testigo señero de aquel acontecimiento. (Foto cortesía del autor)